La Liturgia de inicio fue presidida por el Padre Rodrigo Domínguez, vicario de la Zona Cordillera, capellán del Liceo Sara Blinder y miembro del Directorio de la SECST, quien llamó a los jóvenes a cuidar la naturaleza y los bienes que Dios Padre nos ha regalado, tal como lo dice el Papa Francisco en su encíclica.

Un encuentro bacán

Luego, se formaron 56 grupos, de 16 estudiantes cada uno, para reflexionar sobre la encíclica del Papa Francisco, animados por jóvenes monitores de los mismos colegios. Primero, participaron de juegos y dinámicas con la finalidad de conocerse más y estrechar lazos. Posteriormente, se centraron en la encíclica “Laudato Si”, culminado con un compromiso personal y otro para proponer a su colegio, en relación al cuidado del medio ambiente.

Al final del trabajo de grupo, los jóvenes plasmaron en dibujos, al estilo de grafitis, sus conclusiones y compromisos con el cuidado del medio ambiente, los que expusieron para el conocimiento de todos los participantes.

Después de una reponedora colación, se realizó un plenario durante el cual un representante de cada colegio comentó lo vivido en la mañana: “Fue muy bacán porque conocí a compañeros de otros colegios”, “Me queda claro que todos debemos comprometernos con el cuidado del medio ambiente”, “Fue muy interesante porque es un tema muy actual”, fueron algunos de los comentarios que se escucharon.

Por último, el padre Luis Rubio, capellán del Liceo José Domingo Cañas, presidió una Liturgia de Envío, invitando a los estudiantes a compartir lo escuchado y aprendido en este encuentro con su entorno familiar y del colegio. “Los invito a mirar a nuestro alrededor, a detenernos a contemplar la hermosa naturaleza que Dios nos ha regalado, la que debemos cuidar y proteger. No caminemos sin mirar y observar lo que pasa a nuestro alrededor”, dijo.

La jornada fue organizada por los equipos de Pastoral de los colegios, en conjunto con el Área de Pastoral de la Administración central de la SECST. 

Fuente: Comunicaciones SECST

Fotografías y video: Constanza Arce y Felipe Leiva, estudiantes Taller de Periodismo