Se nos invitó a prepararnos con un corazón dispuesto, para vivir este tiempo de profunda oración, de conversión y espíritu solidario, en nuestros ambientes, dando testimonio de nuestra fe y amor a Dios y al Prójimo.
Como signo, cada curso recibió la cajita de Cuaresma, cuya campaña permitirá este año ayudar a nuestros hermanos migrantes. También se entregó la ceniza como signo de conversión, llamada que nos hace el Señor y nos invita a ser fuente de vida y alegría para nuestro prójimo.
Que nuestro caminar en este tiempo esté impregnado de la misericordia, el amor de Dios y el buen trato con los demás. ¡Feliz inicio de CUARESMA!
Fuente: Anita Garcia, profesora de religión.
Fotografía: Yanyra Valderrama